Libro: Los príncipes demonio - 05 El libro de los sueños - Vance, Jack

Los príncipes demonio - 05 El libro de los sueños

Vance, Jack

Kirth Gersen lleva en su bolsillo un trozo de papel con cinco nombres escritos, los de los cinco Príncipes Demonio, una raza de seres que se disfrazan como humanos y que se recrean con la destrucción.

Tres de ellos ya han caído a manos de Kirth, pero todavía quedan vivos otros dos que merecen morir por sus crímenes.

Alza tus ojos, extranjero, hacia esa muralla carcomida por el tiempo sin parangón alguno; ahí se yerguen los paladines, firmes, graves, serenos. Cada uno es uno, cada uno es todos.

En el centro se destaca Immir el Agraciado. Controla ciertas artes mágicas; domina con maestría toda clase de trucos, artimañas y sorpresas atroces. Él es Immir el Impredecible y ningún color le distingue.

A su derecha se halla Jeha Reis, majestuosamente alto, cuyo color es el negro. Es muy sagaz y el primero en anunciar acontecimientos lejanos, a partir de los cuales predice la evolución de las circunstancias. Entonces apunta con el dedo hacia la dirección en la que deben mirar los paladines. Carece de escrúpulos y aboga por la firmeza. A veces se le conoce como «Jeha el Inexorable». Viste ropajes negros, cómodos y ajustados al cuerpo, una capa negra y un morión negro, ceñido con una esfera de cristal en forma de estrella plateada resplandeciente.

A la izquierda de Immir está Loris Hohenger, cuyo color es el rojo de la sangre recién derramada. Es feroz, impulsivo y temerario, y siempre es el último en abandonar el campo de batalla, si bien puede ser el más generoso de los paladines. Acosa a las mujeres hermosas y luego las rechaza, pisoteando su dignidad. En el caso de que le recriminen o afeen su conducta, el resultado es todavía peor. Cuando por fin abandona el lecho, sus voces son mansas y le despiden con una mirada de anhelo.

Junto a Loris Hohenger se encuentra Mewness el Verde, un paladín particularmente habilidoso. Es capaz de echar abajo un puente o derrumbar una torre; es paciente, ingenioso y hallará siempre un camino aunque la ruta esté bloqueada. Posee una memoria excepcional; nunca olvida una cara o un nombre, y conoce el significado de centenares de palabras. Piensan los hombres acaudalados, para su postrera consternación, que es un ingenuo en cuestión de negocios