Libro: Maigret - 51 Maigret viaja - Simenon, Georges

Maigret - 51 Maigret viaja

Simenon, Georges

En el Hotel George V, el coronel Ward fue encontrado ahogado en su cuarto de baño. Por otra parte, la condesa Paverini quería suicidarse durante la noche anterior al descubrimiento del cuerpo. Transportado al hospital, ella se fue por la mañana, a Niza, donde se unió a su ex esposo, Van Meulen, empresario conocido y amigo de Ward. Cuando Maigret llega en Niza, dejó de Lausana para el asesoramiento sobre Van Meulen.

Maigret en París, había aprendido acerca de la relación de Ward y Paverini Condesa a través de John T. Arnold, secretario del coronel, una información completa a través de su propio Van Meulen. El primer marido de la condesa, el conde Paverini, era, como la condesa, a falta de recursos, por lo que fueron separados a pesar de su pasión por el uno al otro. Sin embargo, seguimos viendo y reanudar su relación, a veces. La Condesa, en la víspera del drama, el conde vio el brazo de una mujer de sociedad rica. Por despecho, quería romper con el coronel, mientras que el segundo, se divorcia de su tercera esposa, tuvo que volverse a casar pronto. Ella se arrepintió de su acción, quiso reconciliarse con Ward y encontrado muerto en su apartamento. Presa del pánico, trató de suicidarse.

En Lausana, Maigret descubre la condesa indefensa, pero proclamando su inocencia. Luego de vuelta a París, al acecho en el Hotel George V en y alrededor de gran parte de la noche, se trata de encontrar un asesinato válidos móviles, basado en las indicaciones de Van Meulen y que lo que se sabe de la vida mundana. Llega a la conclusión de que el temor de abandonar una existencia dorada que enfrentarse con una realidad donde uno no es capaz de rescatar, bien puede ser motivación suficiente ...

La tercera esposa de Ward, un amigo de su secretario, fue capaz de empujarlo al crimen porque el divorcio le obligaría a renunciar a su lujoso estilo de vida. Pero esto es sólo una conjetura en Maigret. Para cerciorarse de que él jugó la comedia de la certeza: de hecho, Arnold no es lento para admitir que él es el asesino.