La banda que disparaba torcido

La fuerza desmitificadora de este libro es arrolladora, y ello explica que, pese a su apariencia ligera, haya causado sensación en Estados Unidos, esté alcanzando un éxito mundial y sea ahora, cómo no, adaptado al cine.

En sus páginas, con un humor salvaje, con una irresistible capacidad de sátira, Jimmy Breslin nos presenta una estampa de la Mafia que induce inmediatamente a la reflexión y que, a fin de cuentas, después de los ríos de tinta vertidos para dramatizar, substancializar y en cierto modo supervalorar el gangsterismo italoamericano, acaso constituya su verdadera imagen. La violencia forma parte de todos los estamentos de la sociedad norteamericana, donde es respetada, y en consecuencia temida: gracias a este condicionamiento favorable, a medida que la nación crecía y se enriquecía, la Mafia, por otro nombre la Cosa Nostra, se ha infiltrado y extendido hasta extremos inconcebibles.

Pero, si se la considerase sin prejuicios, si se la mirase con objetividad. si los americanos pudieran desprenderse ante ella de sus miedos atávicos, ¿sería la Mafia tan de temer? ¿Serían los mafiosos los personajes casi legendarios que siempre nos ha presentado la crónica periodística y que recientemente ha idealizado la famosa novela El padrino, de Mario Puzo?

Sin prejuicios ni miedos atávicos, y con sarcástica objetividad, Jimmy Breslin ha ido hoy al encuentro de aquellos personajes y nos los presenta en esta novela asombrosa tal como él los ve. No es una broma, no es una burla. Los mafiosos de Breslin y su mundo sugerirán al lector inteligente infinidad de consideraciones muy serias sobre la difícil estructura social de los actuales Estados Unidos.