La vida en el Universo

En este largo ensayo Jean Heidmann, astrónomo del observatorio de París y miembro del SETI, hace una breve introducción a la bioastrononomía, ciencia multidusciplinar en la que se dan cita la física teórica, la geología, la biología molecular y decenas de otras especialidades, trabajando conjuntamente con el objetivo de descubrir entre los miles datos que las observaciones astronómicas ofrecen diariamente las respuestas al origen de la vida.

Empezando por un repaso a los primeros trabajos astronómicos de Copérnico y Galileo, Heidmann muestra como la posibilidad de la existencia de vida en otros planetas no era una idea que se descartara en ningún momento, siendo la culminación de muchos de los anhelos de los hombres de ciencia de la época las desafortunadas observaciones de Schiaparelli, que debido a la poca precisión de los aparatos que manejaba dio la noticia de la existencia de los famosos canales marcianos, desatando todo un vendava de especulaciones e invenciones desaforadas cuya culminación fue La guerra de los Mundos, de H. G. Wells.

Tras el repaso a los pioneros de la astronomía, Heidmann hace una breve introducción a la bioastronomía, desde sus primeros pasos allá por 1982, hasta las conclusiones que de las observaciones astronómicas han llevado a elaborar a los científicos. En esta parte se trata fundamentalmente de especular sobre las posibilidades de que los abundantes rastros de compuestos orgánicos, como los hidrocarburos, hayan llegado a derivar en compuestos más complejos aún y de ahí al surgimiento de la vida.

Es sin embargo a partir del capítulo 7º cuando se atreve a teorizar sobre la posibilidad de la existencia de vida inteligente en el universo. Heidmann no se lanza a pergeñar hipótesis descabelladas, detalla con gran precaución la ya de por si sorprendente aparición de la misma sobre la superficie de la Tierra, los esfuerzos del proyecto SETI para encontrar algún incio de la misma y en ningún caso da falsas esperanzas al respecto; el Universo es muy grande, y al menos dentro de observable actualmente, resulta difícil creer en la existencia no ya sólo de vida inteligente, sino incluso de la mas elemental forma de vida fuera de la Tierra.

Pero el Universo es muy grande, y la parte que los científicos han explorado hasta ahora muy pequeña.