Muerte de una asesina

A Billy Tyler, oficial de policía, se le encarga custodiar y vigilar el cadáver de Myra Hindley famosa asesina serial de niños que convulsionó a la sociedad inglesa en los años setenta. Billy Tyler es un oficial de policía que ya ha cruzado el ecuador de su vida y de su profesión, un hombre gris que recibe la orden de acudir a la morgue del West Suffolk Hospital para custodiar los restos mortales de una de las mujeres más odiadas del país.

Allí, entre las siete de la tarde y las siete de la mañana, Tyler no solo reflexionará sobre sus propios problemas (un matrimonio encallado, una hija con síndrome de Down y un futuro profesional que ya nunca será muy diferente a su presente), sino también acerca del fantasma, cada vez más palpable y verosímil, de una mujer maldita, un monstruo acaso demasiado próximo y del que, en realidad, poco o nada se conoce.

Con admirable maestría, Muerte de una asesina propone una meditación sobre el mal puro, las impurezas de la memoria y el modo en que ciertos recuerdos traumáticos que se creen olvidados deciden regresar en la noche más oscura para ajustar cuentas y, tal vez, reclamar justicia.